Las relaciones geográficas del siglo XV

España fue el Imperio mercantilista más importante de los siglos XVI y XVII, ello gracias a la extracción de riquezas que obtuvo de sus colonias americanas.

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Las relaciones geográficas del siglo XV

España fue el Imperio mercantilista más importante de los siglos XVI y XVII, ello gracias a la extracción de riquezas que obtuvo de sus colonias americanas, especialmente acumuló capitales de los tributos, el comercio y la explotación minera. Sin embargo, su auge se detuvo a principios del siglo XVIII, cuando se percató del desequilibrio en su economía: pocos ingresos y muchos gastos; intentando retomar el control político que habían perdido en sus colonias y hacerse de más recursos, los Borbones implementaron una serie de reformas que centralizaron el poder y afianzaron la presencia de la Corona en la economía novohispana.

Durante la segunda mitad del siglo XVI (1556 a 1598), el rey Felipe II de España intenta regular la vida de la sociedad hispanoamericana mediante ordenanzas, una de ellas solicitaba la formación del Libro de las Descripciones de Indias, petición que derivó en un cuestionario de cincuenta preguntas, las cuales fueron respondidas entre 1578 y 1584. Hoy conocemos ese corpus documental, con el nombre de Relaciones Geográficas. La información que contiene abarca desde el medio físico hasta temas más amplios, enciclopédicos: fronteras seculares y eclesiásticas, características físicas de la tierra, tributos, encomiendas, demografía, comercio, agricultura, significado de nombres, costumbres de las antiguas civilizaciones, lenguas indígenas, flora, fauna, minerales.

El cuestionario fue acompañado de una Instrucción y Memoria que especificaba la forma en que se debía realizar “... y, en los pueblos y ciudades donde los gobernadores o corregidores y personas de gobierno residieren, harán las relaciones, o encargarlas han a personas inteligentes de las cosas de la tierra para que las hagan según el tenor de las dichas memorias ...”, las respuestas debían ser trasladadas a papel por el escribano (tlacuilo), quien fundía en un único texto todas las respuestas dadas a cada pregunta. Convocados por el alcalde mayor, los gobernadores indígenas de la comarca, los principales y los ancianos del pueblo “confiaban en su memoria” la comunicación de la información. Las Relaciones son pues, una aproximación al mundo indígena en la medida en que se conformara un ambiente de confiabilidad durante la encuesta.

Responder el cuestionario implicaba la elaboración de pinturas; la pregunta 10, dedicada al “sitio y asiento donde los dichos pueblos estuvieren, si es en alto o en bajo, o llano; con la traza y designio, en pintura, de las calles y plazas y otros lugares señalados de monasterios, como quiera que se pueda rasguñar fácilmente en un papel, en que se declare qué parte del pueblo mira al mediodía o al norte.” Se buscaba la confección de pocos planos generales y numerosos particulares que hicieran visible el Nuevo Mundo a su Rey ausente. El casi centenar de planos han dejado la imagen que de su propio territorio tenían sus autores: sus mismos pobladores. La traza urbana correspondía a un proyecto urbanístico traído por los españoles, con antecedentes romanos. Las imágenes inventariadas de lo que hoy es México, suman 76.

Los planos de las Relaciones fueron realizados por artistas indígenas o españoles, en el lugar central están los monasterios de donde parten, de manera radial, caminos que van a las poblaciones dependientes y que no representan otra cosa, que la organización estructural de las antiguas comunidades o altépetl, unidad territorial indígena con sus límites bien definidos, éstos fueron transformados por los monjes y las autoridades hispanas en doctrinas.

El Altépetl

En Mesoamérica, antes de la colonia, existió una unidad territorial llamada “Altepetl” o Estado étnico; éste proviene de los términos nahua atl (agua) y tepetl (montaña) es decir “agua-montaña” o bien, “cerro lleno de agua”, que es un símbolo del medio físico, lo que recalcaba su expresión territorial; el altépetl ejercía su soberanía y estaba organizado por un grupo de personas que lo dominaba. Cabe mencionar que, después de la conquista, el altépetl adquirió aún más importancia, ya que todo lo que organizaron los españoles fuera de sus propios asentamientos en el siglo XVI, como las parroquias rurales, las municipalidades indígenas y las jurisdicciones administrativas fueron sólidamente construidas sobre altépetl.

Así pues, el altépetl constituía una unidad territorial y política en la que estaba basada toda la estructura indígena en la región del México central, estaba constituido por ciertos elementos básicos: El monte sagrado, que corresponde al sitio fundacional del lugar; la población; el Tlatoani o señor principal; un Dios tutelar; un territorio dividido en calpullis o barrios; un templo; un tianguis o mercado, y un tlacuilo o escribano.

Gráficamente, era representado por un glifo o ideograma que simbolizaba la toponimia del lugar, éste ilustraba al cerro o tépetl acompañado en su base de la “cueva de agua” o atl; sobre el cerro, algún elemento natural o cultural: una casa, un insecto, un animal, una planta, característico del lugar; asimismo, aparecían pueblos cercanos tributarios.

La comparación entre representaciones cartográficas antiguas y actuales sirve para conocer los cambios en la percepción del territorio, identificar antiguos rasgos naturales, sociales y culturales; la observación, el análisis, y la comprensión de los componentes del espacio geográfico y la riqueza que documentos antiguos nos pueden ofrecer, contribuyen a que apreciemos y respetemos el patrimonio cultural y medio ambiental a fin de preservarlo a generaciones presentes y futuras.

A continuación observa dos representaciones cartográficas de una misma región: Oaxtepec, Morelos, en dos diferentes épocas. Identifica los rasgos naturales, culturales y simbólicos que ofrece la primera imagen y los mismos en la cartografía actual.

Autoevaluación

Una vez que hayas observado detenidamente las dos imágenes anteriores, responde el siguiente cuadro, arrastrando los diferentes elementos:

Los caminos están dibujados como dos líneas paralelas que comunican diferentes lugares. Este mapa pertenece a la categoría llamada cartografía de tradición hispanoindígena. Los ríos son ilustrados a la manera indígena: corriente de agua en color azul. Hay elementos más importantes que otros, están dibujados más grandes que otros. No se observa una escala clara. El nombre del lugar está indicado con letras latinas en español. La representación de los diferentes elementos físicos y humanos es esquemática. Cada pueblo es representado por una iglesia. Posible orientación: este-oeste Bidimensional Orientación: norte-sur El color verde indica vegetación: bosque, selva, parques, etc. La simbología y elementos gráficos que aparecen en el mapa son pictográficos El amarillo representa la extensión del lugar, es decir, el asentamiento humano. Aunque tiene escala no es posible verla con claridad, quizás norte-sur. Los caminos están representados por dos líneas paralelas. Los pueblos cercanos a Oaxtepec son identificados con su nombre Las montañas están dibujadas dentro de la tradición occidental. Se observa la simbología que marca los kilómetros en carretera. Tiene un dibujo pictográfico en la parte central que alude al nombre del lugar y es, por tanto, un glifo topónimo.
  Huaxtepec 1580 Oaxtepec 1990
Identifica los elementos geográficos representados
Otras características son: