A lo largo de la historia proyectada a color el espectador va inundando su espíritu de lucha y amor al trabajo, a la familia y a la nación. La película se filmó en 1939, justo al inicio de la Segunda guerra mundial, pero se estrenó al público en general hasta 1941, el año del ataque a Pearl Harbor (diciembre 7 de 1941). Es decir, se fue preparando a la opinión pública para enfrentar los acontecimientos mundiales con motivación nacionalista que apoyara las decisiones gubernamentales.
El cine existía antes de la Primera guerra mundial y sus centros de producción mayoritaria se ubicaban en Francia y Gran Bretaña pero su éxito se encuentra en el período entre guerras y en Hollywood como el realizador de aproximadamente el 40% de la producción mundial.
La materia prima empleada para estas realizaciones no era exclusivamente el talento de sus participantes como guionistas, directores, actores, sonidistas (cuando apareció el sonido en 1925) iluminadores, escenógrafos, tramoyistas; sino también el material físico como cámaras, película, sistemas de iluminación, grabado, reproducción entre otros.
Todo ello fue objeto de progreso tecnológico. Permanentemente se hicieron mejoras en cada uno de los instrumentos a menudo hecho por parte de quienes los usaron y la ciencia les ayudaba al elaborar materiales cada vez más sensibles a la luz, cada vez más finos para percibir tanto el movimiento como el sonido. Así la industria cinematográfica produjo cientos de filmes por todas partes del mundo, con toda clase de argumentos, explotando al máximo el talento de quienes se dedicaron a él.
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Las salas se llenaban y el cinematógrafo se convirtió en una actividad de entretenimiento masivo, éstas se reprodujeron hasta en los más lejanos lugares, donde hubiera un solar en el cual poder colocar sillas, una sábana a manera de pantalla, en noches sin lluvia, se convirtió en un lugar de exhibición. En las grandes ciudades llegaron a tener el fasto y glamour propio de príncipes y reyes.
Por ser una industria que movía tantos millones de dólares (en 1937 en Estados Unidos se recaudaron en taquilla mil millones de dólares) tenía que regularse al menos en cuanto a los sistemas mecánicos para hacer medidas estándar para todas las máquinas que filmaran como las que reprodujeran las películas. Así aparecieron las diferentes medidas de película, que se estandarizaron según su uso y con el tiempo se popularizaron tanto que hasta una familia de clase media acomodada podía acceder a estos sistemas para su uso particular, con sistema de filme de 8 milímetros, mientras que la industria cinematográfica usaba la medida de 35 milímetros. Las máquinas pasaron de ser movidas a mano, para hacerlo eléctricamente, esto facilitó la regularidad en la exposición a la luz, en la exhibición del material en salas, el empate de imagen y sonido e hizo más sencillo su manejo. La electricidad fue un elemento vital para esta industria, como lo fue para todas las comunicaciones en general.
A través del cine los pobladores de muy diferentes naciones conocieron usos y costumbres de sociedad lejanas geográficamente y el cine las “acercó”. A través de la proyección de una película donde algún personaje se encontrara en la cocina empleando la licuadora, la plancha o la moderna lavadora todos ellos eléctricos, se dieron a conocer las formas de vida moderna que este sistema económico impulsaba a los espectadores a emular, siempre y cuando quisieran formar parte del velozmente cambiante sistema de vida moderno. La ampliación de las redes de electrificación pública o privada daba lugar a la expansión del mercado de los nuevos enseres domésticos al servicio del ama de casa.
La penetración del cine en la cotidianeidad de la vida vino de la mano de la radio en los hogares. Fueron dos industrias que se apoyaron mutuamente y así se fortalecieron, cumpliendo un servicio de entretenimiento y de información en un período de grandes acontecimientos mundiales y que en ellos participaron los pueblos de todo el mundo de manera directa e indirecta como lo fueron África subsahariana y América quienes quedaron fuera del campo de guerra estrictamente militar aunque sus economías participaran de manera colateral.