La causalidad histórica

Si uno de los cometidos del historiador es preguntarse sobre el pasado, es lógico que una buena parte de estas preguntas traten el problema de la causalidad, es decir, el análisis de las causas por las cuales suceden los hechos en ciertos momentos.

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La causalidad histórica

Introducción

Algunas veces hemos escuchado la frase “la causa de eso es por….” ya que la palabra causa la podemos entender como “aquello, el motivo o la razón que produce algo”. Así, por ejemplo, en nuestra vida cotidiana, la caída de alguna persona puede tener como causa el que se haya tropezado, resbalado, alguien lo haya empujado…etc. En nuestro modelo la caída es el hecho que estamos analizando; la causa, es el tropiezo o el resbalón y tiene una consecuencia, un resultado: herida, daño u otro efecto. En suma podemos sintetizar así el proceso:

Lo mismo sucede en la historia: los fenómenos o sucesos históricos tienen causas y también consecuencias. Algunos acontecimientos pueden tener una sola causa inmediata. Un ejemplo sería el resultado de una batalla, que puede ser decidida por un armamento superior. De esta manera, se afirma: “los ejércitos alemanes vencieron a los franceses por disponer de mejores armas”. Sin embargo, así como en la vida real los fenómenos no tienen una sola causa sino varias, en la historia ocurre lo mismo.

Causalidad en la historia

Cuando analizamos un fenómeno histórico, es insuficiente describir el fenómeno en sí. Pongamos por caso que esos ejércitos bien armados pudieron estar mal dirigidos. La historia nos dice que en la batalla del 5 de mayo, el ejército francés, fue muy mal dirigido por el general Lawrencez. El mismo general mexicano Ignacio Zaragoza lo afirmó en su telegrama a Juárez: “…Las tropas francesas se portaron con valentía… y su jefe con torpeza”. ¿Y entonces? Así como la realidad es compleja, los sucesos también lo son y tienen varias causas.

En el caso de la batalla del 5 de mayo se pueden mencionar:

  • Excelente dirección del ejército mexicano.
  • Errores del general francés.
  • Una alta moral por parte de los mexicanos, que estaban defendiendo su país.
  • Tácticas militares adecuadas por parte de los mexicanos.

Esta última explicación recibe el nombre de multicausalidad, frente a la simplista, que busca una sola causa (monocausal).

El último paso que lleva a cabo el historiador para completar una investigación es establecer las causas de los hechos históricos y explicar lo más correctamente posible un acontecimiento o periodo.

Si uno de los cometidos del historiador es preguntarse sobre el pasado, es lógico que una buena parte de estas preguntas traten el problema de la causalidad, es decir, el análisis de las causas por las cuales suceden los hechos en ciertos momentos. Tomemos en cuenta que enfocar la causalidad histórica quiere decir establecer la comprensión correcta de las relaciones causa-efecto; ya que los hechos históricos tienen más de una causa. El tema es importante, puesto que no se limita a la Historia, sino que se puede aplicar a otros campos tales como la Economía, la Antropología, la Geografía y otras disciplinas sociales.

Comprender la causalidad en Ciencias Sociales exige unos procesos formales generales y al mismo tiempo integrar conceptos de disciplinas diversas, de tal forma que establecer las causas y consecuencias es una tarea compleja. Tomemos en cuenta, por ejemplo, que el intervalo entre causa y efecto varía; en los procesos históricos un hecho puede tener consecuencias a corto mediano o largo plazo, así como directas e indirectas.

También necesitamos hacer ver que los acontecimientos tienen más de una causa y más de una consecuencia. Además, se pueden plantear hechos que son causa y al mismo tiempo una consecuencia, en sucesiones temporales ininterrumpidas.

Finalmente, debemos distinguir entre los motivos y las causas. Los motivos son las razones que tenemos para hacer o no hacer las cosas; igualmente en este caso no actuamos por un sólo motivo. Las causas y los motivos se pueden clasificar en económicos, sociales, políticos e ideológicos.

Para lograr este objetivo es útil iniciarse en la investigación histórica partiendo de juegos de simulación o “trabajos de detective”. Para el inglés Collingwood la labor del historiador se parece a la del detective, ya que tiene que reconstruir hechos que sucedieron en el pasado partiendo de una serie de huellas (fuentes).

Los elementos que deben servir de base para trabajar lo expuesto son:

La causalidad es una noción temporal que precisa ser abordada, aplicando sus aspectos más simples en los primeros estudios sistematizados de la Historia.

Entre los componentes de la causalidad mencionemos:

  • Principio de la Ley General de Causalidad: en condiciones iguales, a toda causa le sucede un mismo efecto. La causa es siempre origen del efecto y es anterior en el tiempo.
  • Reglas de interferencia: ayudan a decidir qué causas e intenciones son las más adecuadas para la explicación histórica en un momento determinado.
  • Elaboración de teorías explicativas que relacionan las diversas causas (económicas, jurídico-políticas, sociales e ideológicas) en una red conceptual que debe ser jerarquizada y compleja.

La noción de causalidad e intencionalidad se puede plantear en tres niveles:

En el primero, que es el más sencillo, se trata de identificar el “por qué” ocurrieron los hechos. Se trabaja con problemas de causalidad lineal, en una relación de causa-efecto. En un primer nivel de comprensión, se pretende pasar de la noción intuitiva de la causalidad a una noción científica de la misma, a través de la comprensión de la ley general de causalidad. Para ello se explica el concepto de causalidad lineal en su relación de causa-efecto. Aquí las estrategias pueden ser juegos de simulación que permitan determinar los esquemas conceptuales que tienen los niños y presentar los nuevos conocimientos mediante un organizador previo: son problemas simples que se resuelven a través de planteamientos como: “¿por qué descarrila el tren?” La respuesta que se pide al principio puede ser sencilla: “la vía estaba rota”.

El segundo nivel introduce la intención y comienza con la identificación de varios tipos de factores causales y acciones intencionales. El segundo nivel busca comprender la noción de intencionalidad y su tipificación en económica, social, jurídico-política e ideológica. También se puede plantear con juegos de simulación de la vida cotidiana mediante un relato breve. Por ejemplo, se pueden determinar los motivos de un joven de 17 años para trabajar en Londres en vez de estudiar derecho, o los de Martha para cursar periodismo en vez de sociología. En cuanto al problema visto en el nivel anterior se podría hacer más compleja la explicación causal con preguntas como: ¿quién es el responsable del mantenimiento de las vías?, ¿qué hicieron los que deben vigilar el tránsito de trenes en la zona?, ¿por qué no se invirtió dinero suficiente para mejorar el trazado o para sustituirlo por uno más seguro?, etc. Cuando dichas preguntas comienzan a responderse en forma racional y satisfactoria, se comienzan a introducir temas más explícitamente históricos: causas y motivos de un hecho concreto (por ejemplo, los motivos que hacían que los conquistadores españoles se dirigieran a América y las causas del llamado descubrimiento).

El tercer nivel es el más complejo, puesto que se articulan la explicación intencional y la causal, como sucede en la realidad, y se elaboran teorías explicativas complejas. Aquí el objetivo puede ser ya la multicausalidad, utilizando las leyes de la inferencia y elaboración de teorías explicativas. En las más recientes investigaciones se analizan algunas experiencias entre adolescentes y adultos referidas a la causalidad histórica y los resultados indicaron que el dominio de la causalidad no es completo en los estudiantes no expertos en Historia. Sin embargo, la causalidad histórica compleja es de difícil adquisición tanto para niños y niñas como para adolescentes e, incluso, para los mismos adultos.

Conclusión

La causalidad en la ciencia histórica es una de las múltiples formas que existen para analizar el desarrollo y las características de un hecho o proceso histórico, porque nos permite explica quién o qué influyo o provocó los mismos. Para tanto esta faceta del análisis histórico es fundamental para entender las causas del hecho histórico, y partir de ellas profundizar en los resultados que produjeron; porque sin duda existe una conexión permanente entre las causas del hecho y el acontecimiento en sí mismo, en suma entre un evento anterior y el suceso o sucesos que generó.

Autoevaluación.

Instrucciones: Investiga las causas del Descubrimiento de América y la Conquista de México y llena el siguiente cuadro arrastrando el número de las frases al lugar correspondiente.

Toma de Constantinopla en 1453 por parte de los turcos, cierran el paso de Europa hacia el continente asiático.

Resentimiento de diversos pueblos mesoamericanos contra los mexicas por la tributación, por ello se unieron a las huestes de Cortés.

Comerciar especias y artículos de lujo proveniente de China, porque esos objetos eran altamente apreciados en Europa.

División de la clase dirigente mexica, cuyos integrantes tenían puntos de vista divergentes de cómo actuar frente a la llegada de los españoles: halagarlos o enfrentarlos.

Desarrollo de la cartografía e inventos útiles para la navegación.

Habilidad política de Cortés, así como las armas y caballos que empleó en las diferentes batallas y enfrentamientos.

Causas del….
Descubrimiento de América Conquista de México
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