Arte y creación

El arte, como medio de expresión humana tiene un elemento de producción, que es el creador o artista y otro de recepción.

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Arte y creación

Los usos del arte

Si en la actualidad vivimos recibiendo información constante de los medios masivos de comunicación, todo lo globalmente conocido se acerca a nosotros, pues ya no importa el espacio físico y se superan las distancias. Pero, ¿y esto qué tiene que ver con el arte? Se abren nuevas formas de creación artística y de percepción que no estaban contempladas. Para algunos, esto es totalmente negativo, es lo que representa “la muerte o crepúsculo del arte”; para otros, es por fin la época de la “generalización de lo estético”.

Como podemos ver, se han abierto nuevas formas de hacer arte. Los usos negativos hablan del llamado “turismo cultural”, en gran parte creado por la publicidad a través de los medios; de la importancia de ser “cultos”. No es más que un turismo dirigido que se acerca a las “mecas” de la cultura, como la National Gallery, The MOMA, el Louvre, el Partenón, etcétera; pero no porque estén cargados de inquietudes intelectuales o de ansiedad de apreciación estética, sino por una especie de status, presunción aparencial al retornar a sus comunidades de origen, pero que, esconden lo que verdaderamente sienten en esos museos: su desorientación, agobio, reconocimiento de su ignorancia... Llegan a ser víctimas de una sobredosis de arte. Después de todo, la cultura da un barniz que no todos tienen.

La National Gallery de Londres

Este turismo surge en los últimos 50 años y también se manifiesta en todas las actividades de extensión de los museos, visitas guiadas colectivas, seminarios de arte, centros de arte. Anteriormente no se daba el patrocinio de grandes empresas transnacionales a exhibiciones temporales de arte. Se maneja la vida de los grandes creadores como personajes de telenovela, de ahí que algunos autores se pregunten si el éxito de ciertas exhibiciones es por el conocimiento de sus obras y la apreciación estética que brindan, o más bien por estar cerca de las obras de un sujeto que se casó cuatro veces, tenía una villa, etc.

Abraham Moles denomina a este turismo cultural como “las migraciones pacifistas más grandes de la historia”. En él percibe más un problema cuantitativo con repercusiones cualitativas debido a que las obras de arte comienzan a morir por esa recepción que las gasta día tras día. Ese desgaste se va dando, por ejemplo, en el hecho de que ya existen versiones resumidas de grandes obras literarias (que podemos encontrar en cualquier supermercado, incluso escritas y resumidas en no más de una cuartilla). Hay adaptaciones de todo tipo, podemos escuchar a los grandes clásicos de la música en versiones populares que van desde la salsa, los mariachis, etcétera. Con eso, no sólo nos conformamos, sino que creemos que estamos recibiendo todo un contenido cultural profundo.

Hay inflables de plástico de El grito de Edvard Munch, para la alberca o para golpearlo en casa. Piensa en la infinidad de reproducciones impresionistas en cualquier objeto de consumo imaginable, ¿Cuántas veces has visto los Lirios acuáticos de Monet en bolsas, telas, vasos, toallas, llaveros, etcétera?

Lo más increíble es que, a toda esta gama de fenómenos la llamamos “arte”, como si fuera algo homogéneo.

Por su parte, Gianni Vattimo señala dos niveles en el fenómeno de la muerte del arte:

  1. Encuentra un sentido “real” y “débil” que corresponde a la llamada estetización generalizada, esto es, la cultura transformada en un enorme organismo de comunicación. Por ejemplo, lo mencionado en párrafos anteriores.
  2. La muerte del arte en su sentido “fuerte” y “utópico” corresponde a la aspiración revolucionaria de los artistas de ser parte de la praxis social. El campo del arte se vuelve parte de la vida cotidiana, dejando de ser un “domingo de la vida”, como decía Hegel.

Son los artistas los que realizan sus acciones en el espacio del hombre de todos los días. Es el “arte de la calle”. Como ejemplos, podemos citar los trabajos de Katia Tirado con su vestido de papel con consignas en las estaciones del metro y el centro de la Ciudad de México; la pareja mexicana de artistas Victor Lerma y Mónica Mayer con su Pinto mi raya; la escenificación callejera de Madres; o el performance Torbellino de Andrea Ferreryra envuelta en una cuerda en diversos puntos de la Ciudad de México.

En Argentina tenemos las “interferencias urbanas” de Graciela Sacco o los trabajos de León Ferrari, Guillermo Kexel y Rodolfo Aguerreberry, junto con las Madres de la Plaza de Mayo en donde se pedía por los 30,000 desaparecidos durante la dictadura militar, con los cuerpos ausentes en siluetas dibujadas por los artistas, el pueblo...

A partir de los ejemplos anteriores podemos afirmar que, por un lado, hoy en día existe una inquietante proliferación de proyectos, surgidos de las iniciativas de todo tipo de artistas de diversas disciplinas. A partir de la producción de imágenes, textos, sonidos, exploración de las formas de vida en común, juego de cualquier objeto tecnológico, renuncian a crear obras de arte a cambio de intensificar procesos abiertos de improvisación que involucran a los no-artistas. La función del arte se refiere más bien al despliegue de organizaciones destinadas a modificar estados de cosas en tal o cual espacio, o a experimentar otras formas de coexistencia.

Por eso, podemos decir que un nuevo uso del arte en palabras de Reinaldo Laddaga son:

Éstas son “maneras de hacer” que intervienen en la forma de hacer las cosas cotidianas, con el objetivo de transformarlas, de decirnos algo, para verlas de modo diferente. Como ejemplo la acción colectiva en la ciudad de Cali-Colombia “Pornomiseria” en el año 2005, en la que se realizó un acto público en contra de la corrupción donde varias mujeres lavaban con agua y jabón a algunos indigentes de la calle.

Otros ejemplos son Beatriz Eugenia Díaz, también de Colombia, quien hace sentir el silencio en su “Menos uno” poniendo tarjetitas blancas en el piso con el signo + o – donde la gente se detiene y contempla.

La obra debe producir un silencio, tiene que provocar un cierto aislamiento del espectador que le permita observar lo distintivo de la misma. En este sentido, la obra de arte, con su silencio, no implica pasividad, sino que es el silencio necesario para reconstruir los referentes mandados por la propia obra. Este es otro uso de otra “manera de hacer” arte.

Hay quienes se refieren al conflicto armado de Colombia al mismo tiempo que intercalan celebraciones y rituales tradicionales de diferentes comunidades junto con imágenes de sus viajes por todos los territorios; como Bárbara Santos, quien, a través de Internet, usando fotografía, video, etcétera, les pide a los participantes ayudar a hacer su propio mapa territorial dando una nueva lectura a lo que vive su propio país.

Rodolfo Abderhalden, Rolando Vargas (artistas) y Germán Piffano (antropólogo) a través del uso de tecnología emplean una antigua casa como un espacio de interactividad que genera otro tipo de relación entre la presencia del cuerpo y un evento visual o sonoro. Un camino de luz con el juego de un botón puede ser aparentemente trivial, pero permite la reflexión sobre la corporeidad. En estos ejemplos, el uso del arte está empatado con la cotidianidad, la sociología y la política.

El silencio. Como decíamos anteriormente, algunos creen que el arte está muriendo por el desgaste de “tanto ruido”. Hay artistas que responden con el silencio. Hablan callando. Si los medios de comunicación aturden de tanto hablar, los artistas responden con el silencio. Según el texto de Elena Olivares, Mercedes Casanegra sostiene que la estrategia del silencio convierte a la obra en “un lugar heroico de resistencia, de elaboración de padecimientos, de crítica implacable”.

En este sentido, caben muchas de las obras conceptuales y minimalistas. Hay artistas que se oponen al kitsch, no como manifestación artística, sino como consumismo de masas, por lo que su reacción es el silencio.

Autoevaluación

Relaciona y organiza correctamente las ideas que se encuentran en las columnas de tal forma que tengan el sentido adecuado.

Que le permita observar lo distintivo de la misma

Renuncian a crear obras de arte a cambio de intensificar procesos abiertos de improvisación que involucran a los no-artistas

Proyectos, surgidos de las iniciativas de todo tipo de artistas de diversas disciplinas

Organizaciones destinadas a modificar estados de cosas en tal o cual espacio, o a experimentar otras formas de coexistencia

Los artistas responden con el silencio

Hoy en día existe una inquietante proliferación de…

A partir de la producción de imágenes, textos, sonidos, exploración de las formas de vida en común…

La función del arte se refiere más bien al despliegue de…

Si los medios de comunicación aturden de tanto hablar…

La obra debe producir un silencio, tiene que provocar un cierto aislamiento del espectador…