Arquitectura del Pensamiento

¿Cómo pensamos? Esta pregunta ha estado en la mente de filósofos, médicos, psicólogos y científicos cognitivos y computacionales como una cuestión central para entender procesos, potenciar las capacidades del ser humano, prevenir trastornos e incluso para diseñar ordenadores que tengan cada vez más las habilidades que nos caracterizan.

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Arquitectura del Pensamiento

¿Cómo pensamos? Esta pregunta ha estado en la mente de filósofos, médicos, psicólogos y científicos cognitivos y computacionales como una cuestión central para entender procesos, potenciar las capacidades del ser humano, prevenir trastornos e incluso para diseñar ordenadores que tengan cada vez más las habilidades que nos caracterizan. Por supuesto que aún con la contribución de neurocientíficos, especialistas en imagenología y teóricos de la inteligencia artificial, no ha sido posible tener todas las respuestas sobre cómo pensamos.

Sin embargo, se han desarrollado algunos modelos para representar dichos procesos. A esta área de estudio de la Psicología cognitiva se le denomina arquitectura del pensamiento.

Quizá uno de los modelos más interesantes y fáciles de entender sea el de Swanson y Hresko, postulado en 1998.

Arquitectura cognitiva de Swanson y Hresko

Vamos a explorar el modelo de arquitectura cognitiva de Swanson y Hresko, y entenderemos cada uno de sus componentes. Primero que nada, tenemos que saber que aquello que procesamos se denomina estímulo. Llamaremos estímulo a cualquier cambio de energía en el medio que impacta nuestros sentidos: la imagen de estas letras, el sonido de voz de una persona, el roce de una superficie tersa. Esos estímulos se detectan a partir de nuestros sentidos: la vista, el oído, el tacto, el gusto, el olfato (para no hablar de la propiocepción que nos permite saber dónde está cada parte de nuestro cuerpo o del sentido de equilibrio que nos permite identificar nuestra posición con respecto al entorno).

Al ser detectado el estímulo, esa sensación viaja a través de terminales del sistema nervioso hasta llegar al cerebro en donde, al ingresar a los sistemas de memoria, pasa a ser una percepción. El primer impacto se da en la memoria sensorial que es un almacén sumamente lábil o cambiante en el que apenas por unos instantes se retiene la información.

Se llama sensorial porque la huella de memoria está codificada en la misma modalidad del sentido por el que el estímulo fue captado. Así, por ejemplo,  hay memoria ecóica para sonidos o icónica para imágenes.

La memoria sensorial es inestable y se pierde con facilidad pero resulta útil cuando se requiere recuperar información de forma inmediata, imagínate que guardaras para siempre la información de todos los estímulos con los que entras en contacto a diario, como el ruido de los pasos de alguien que caminó por el pasillo, o cada detalle de la mesa en que estás trabajando, o el número y tipo de íconos que tiene la pantalla frente a ti. Tantos estímulos que te impactan a cada momento sobrecargarían hasta al almacén más sofisticado. Por ello, sólo lo que es importante para tu supervivencia (física, social, etc.) o que te motive por alguna causa pasa al siguiente almacén: la memoria de corto plazo.

Memoria de corto plazo

Una característica especial de esta memoria es que es muy limitada. En los adultos, nos permite almacenar un promedio de 7 ítems (o trozos de información) más/menos dos (es decir, los que tienden a tener una memoria de corto plazo menos efectiva guardan cinco ítems mientras los que son más efectivos en este almacenaje conservan unos nueve). Lo interesante es que si organizamos los datos en trozos grandes, podemos almacenar más información. Por ello, un buen consejo es agrupar los estímulos que debes recordar en los trozos más grandes posibles. Interesante, ¿verdad? Ahora veamos el almacén más importante de todos:

Todos sabemos o intuimos que mientras más manipulemos la información, mientras más la pensemos de manera activa, mientras más la mastiquemos, la recordaremos mejor.  Está comprobado que aquello en lo que invertimos un esfuerzo cognitivo tiende a recordarse por más tiempo y es más fácil acceder esa información.

Pero regresemos al almacén activo donde se da ese esfuerzo de pensamiento: se llama, por supuesto, memoria de trabajo.

Las personas sobresalientes tienen un estupendo manejo de este almacén, porque concientemente llevan a cabo estrategias que generan más comprensión y que promueven huellas de memoria muy robustas  y fácilmente ubicables en el futuro. La memoria de trabajo conecta con el almacén de largo plazo.

Si comparamos nuestra arquitectura del pensamiento con una computadora, la memoria de trabajo corresponde a la memoria RAM, la que de momento procesa información (la memoria de largo plazo sería el disco duro que es el almacén permanente).  En la memoria de trabajo se dan procesos que hacen más productivo el pensamiento (y que caracterizan a los sobresalientes), que se pueden enseñar y aprender.

Ahora vamos a entender un poco cómo funciona la memoria de largo plazo.

La memoria de largo plazo es donde residen los recuerdos que cargamos desde la infancia hasta los que hemos almacenado recientemente (ahí debe estar, por ejemplo, información sobre la memoria sensorial , la de corto plazo y la de trabajo que hemos estado revisando). Es nuestro “disco duro”. Hay dos tipos de memoria dentro de este almacén. La primera memoria es la declarativa (para guardar conocimientos, y que incluye la semántica que es el hecho en sí: el área de un rectángulo es base por altura,  y episódica (que guarda las condiciones del momento en que aprendimos, por ejemplo, que el día que conocimos la fórmula del área la maestra llevaba un vestido rojo, lo cual a veces ayuda a recordar el hecho  buscado). El segundo tipo de memoria es la procedimental (para guardar procesos como la forma de nadar de croll, o de manejar un auto de velocidades).

Proceso cognitivo y metacognitivo en la memoria de trabajo

Los pensadores más eficientes han desarrollado habilidades para que su memoria de trabajo esté muy activa durante los periodos de aprendizaje, de reflexión y de solución de  problemas. Ellos ven para adentro en el sentido de que no sólo piensan en el material a estudiar sino que, además, piensan en cómo están pensando. A este proceso se le llama metacognición y es una de las dos características distintivas de las personas sobresalientes (la otra es un desarrollo temprano y continuo del lenguaje).

La metacognición tiene dos partes:

a)Por un lado la valoración metacognitva : Al terminar de aprender algo o al haber resuelto un problema deberás preguntarte ¿Cómo le hice?

Hacer algo tan simple como esto tiene una gran importancia si quieres pensar con mayor efectividad. Al poder identificar la estrategia que te lleva a un éxito cognitivo, generas un archivo de información específico que te dice cómo debes pensar en el futuro, y que está asociado al archivo de aquello que aprendiste o resolviste. Así, no sólo tendrás información precisa sobre cómo resolver ese tipo de retos o cómo aprender ese tipo de material, sino que también tendrás otra forma de  acceder el archivo sobre el problema o contenidos, porque a veces no nos acordamos de lo que ya habíamos registrado en nuestra memoria.

b) Y el control ejecutivo: Se trata de estrategias muy concretas que se ha demostrado que nos ayudan a ser más eficientes al pensar (¿Cómo le voy hacer?)

Es muy importante que no olvides realizar un automonitoreo: Que consiste en asegurarse de seguir el plan metacognitivo, por ello debemos preguntarnos mientras aprendemos o resolvemos algo: ¿Estoy siguiendo el plan?

Pero el asunto no acaba ahí. También podemos hacer revisión metacognitiva para pensar mejor. La revisión metacognitiva nos impide irnos por caminos que pueden ser buenos, interesantes, divertidos pero equivocados. La revisión metacognitiva permite que tengamos certeza, mientras aprendemos o resolvemos algo, de que nos acercamos a la meta a la que queremos llegar (¿Me estoy acercando a la meta?)

Autoevaluación

Coloca los conceptos que corresponden donde hace falta para completar correctamente las ideas.

1.- Este tipo de mejoría nos permite manipular, organizar y mantener información verbal y no verbal, externa e interna, durante ciertos lapsos temporales, con el propósito de obtener resultados positivos en la resolución de tareas. Es un almacén activo donde se da ese esfuerzo de pensamiento:.

2.- Tipo de memoria en donde se encuentran recuerdos que poseemos desde la infancia. Se divide en memoria declarativa y procedimental: .

3.- Es un almacén sumamente lábil o cambiante en el que apenas por unos instantes se retiene la información:.

4.- Cualquier cambio de energía en el medio que impacta nuestros sentidos es llamado:.

5.- Cuáles son las 2 partes que integran el proceso meta cognitivo:.

6.- Este tipo de memoria permite guardar las condiciones del momento en el que aprendemos:.

7.- Este tipo de memoria es limitada. En los adultos solamente nos permite almacenar un promedio de 7 ítems o trozos de información:.

Estímulo
Memoria de trabajo
Memoria a largo plazo
Memoria a corto plazo
Valoración meta cognitiva y Control ejecutivo
Memoria Episódica
Memoria sensorial