¿Qué es la narración?
Se trata del relato ordenado de una serie de acontecimientos que se encuentran conectados entre sí y que son causados o experimentados por personajes reales o ficticios (con base en Valles Calatrava, 2008)1. Suele presentar tres grandes momentos: introducción, nudo y desenlace (López y Encabo, 2013)2.
Para Doyle y Carter (2003) en su esencia, la perspectiva narrativa sostiene que los seres humanos tienen una predisposición universal a "contar" su experiencia, es decir, imponer una interpretación narrativa a la información y a la experiencia. En un nivel muy básico, las historias consisten de eventos, personajes y configuraciones organizadas en una secuencia temporal que implica tanto causalidad como significación.
Por lo tanto, según Doyle y Carter (2003) una historia contiene información sobre cómo funcionan las cosas y qué significados tienen los eventos. Además, las historias se cuentan a alguien (un lector imaginado) por alguien (un observador/narrador implícito o explícito)que relata los eventos y, a menudo, presume saber qué piensan los personajes.
Una historia también contiene información sobre la presunta intención y motivación de los personajes, así como un sentido de la audiencia, es decir de las personas quienes están mirando los eventos. En su esencia, una perspectiva narrativa sostiene que los seres humanos tienen una predisposición universal a “contar” su experiencia, y por tanto imponer una interpretación narrativa a la información y a dicha experiencia.
¿Qué importancia tienen las historias?
El escritor Walter Benjamín dice:
El narrador era aquel que trasmitía experiencia, en épocas en las que la capacidad de los hombres para aprender de la experiencia no se había perdido aún. El narrador acude a un anónimo patrimonio de memoria trasmitido oralmente, donde el suceso aislado en su singularidad nos dice algo del «sentido de la vida». ¿Qué es el «sentido de la vida»? Es algo que podemos captar solamente en las vidas de los demás, que, para ser objeto de narración, se nos presentan como consumadas, selladas por la muerte. El cuento popular habla de la vida y alimenta nuestro deseo de vida, pero precisamente porque esa vida implícitamente contiene la presencia de la muerte, es decir, tiene como fondo la eternidad. 1
