Procesos psicosociales

Socialización

El ser humano es gregario y ello implica que existen una serie de relaciones interpersonales que impactan su vida desde el nacimiento.

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Socialización

Procesos psicosociales

El ser humano es gregario y ello implica que existen una serie de relaciones interpersonales que impactan su vida desde el nacimiento. Tanto los procesos de amamantamiento o alimentación como los de cuidado durante la primera infancia por parte de un cuidador (madre, padre u otro) impactan al ser humano. A lo largo de la evolución, el hombre debió agruparse para protegerse del medio y de otros grupos humanos. Esta agrupación implicó un desarrollo cognitivo y del lenguaje y llevó al hombre a constituirse en el complejo ser que hoy habita nuestro planeta y que tiene una variedad de emociones.

Dos temas centrales de los procesos psicosociales son el desarrollo del apego en el infante y el proceso de socialización. Ambos implican un impacto en las demás áreas de desarrollo. Vemos que, por ejemplo, niños muy inteligentes pero con pocas habilidades sociales no tienen un buen desempeño en la escuela porque carecen de una red de contactos que le puedan prestar útiles o que le recuerden la fecha de entrega de un trabajo. Así, incluso en las áreas de talento, una socialización limitada implica fallas importantes en las oportunidades para destacar.

Socialización

El proceso por medio del cual desarrollamos habilidades sociales empieza con el primer contacto que el bebé tiene y termina al final de su vida. En muchos sentidos, somos quienes somos a partir de nuestra interacción con otros, algunos de los cuales se convierten en seres significativos en nuestra vida: su cercanía nos da cobijo, nos impulsa a seguir adelante ante las situaciones de estrés y pérdida y nos permite disfrutar de un sinfín de vivencias. Muchos autores dicen que tener amigos significa vivir más de una vida, ya que la conexión que se puede establecer a partir de lazos de cariño y amor permite hacer propias las experiencias del otro.

Desarrollar buenas habilidades sociales facilita la incorporación a grupos escolares, al sector laboral y en general, a toda experiencia que involucre al hombre en sociedad. Quien no las desarrolla adecuadamente, tiene limitaciones de acción, recibe menos apoyo del medio y debe afrontar más desafíos que quien se siente cómodo al relacionarse con pares y superiores.

La amistad va cambiando de intensidad y de patrones de interacción a lo largo de la vida. Los bebés de menos de un año tienden a ser totalmente egocéntricos y difícilmente generan amistades. Sin embargo, con el desarrollo del lenguaje y de habilidades psicomotoras para manipular objetos, su interés por el medio crece y se empieza a dar una interacción con pares. Las primeras amistades se definen como el niño o niña que juega en paralelo conmigo. Al observar a pequeños menores de dos años veremos que no hay prácticamente interacción entre ellos. Cada uno juega en su propio mundo, paralelo al del otro. Es el momento en que hay habla privada, en que el niño dirige con verbalizaciones explícitas su actuar. Más tarde se da la posibilidad de focalizar la atención en un objeto o acción compartida con el otro.

Muchos autores consideran que es el surgimiento de la verdadera amistad. En este periodo se considera amigo a cualquiera que juega con uno. A lo largo de la edad escolar (6 a 12 años) se da una profundización de las relaciones. No sólo interesa compartir juegos, sino que surge un interés por el otro, por compartir sus experiencias y pensamientos.Por lo general, es en la etapa de la adolescencia y la etapa de adulto joven cuando se forman las amistades que perdurarán para toda la vida. Aquellos amigos que se conservan desde la primaria y se logran consolidar como tales en la siguiente etapa por lo general serán relaciones que apoyen y complementen la vida entera.

Tendemos a hacernos amigos de:

  1. Quienes están cerca de nosotros. La proximidad lleva al afecto.
  2. Quienes más vemos. La exposición repetida (a personas y a objetos) nos genera atracción.
  3. Quienes se parecen más a nosotros. Aquella idea de que “polos opuestos se atraen” es un mito: en realidad preferimos a quienes son similares a nosotros.
  4. Quienes nos quieren. Tendemos a querer a quien nos muestra afecto.
  5. Quienes nos generan atracción física. Hay una ecuación mental de belleza = bueno que parece ser un componente importante a la hora de decidir con quién relacionarnos.

En general, lo que la gente aprecia de sus amigos es: la capacidad de guardar secretos, la lealtad, la calidez, el afecto, el apoyo, la franqueza y el sentido del humor. La amistad parece ser también la base para el amor de pareja.

¿Cómo es diferente el afecto del amor? Al parecer, en las primeras etapas se distingue claramente por la excitación fisiológica que genera el otro en la persona, así como un interés casi total y la existencia de fantasías relacionadas con el otro individuo acompañados de cambios de emoción relativamente rápidos. Es interesante señalar que existen pocas emociones “puras” y que los estados de excitación fisiológica (como “sentir mariposas en el estómago”) llevan a que etiquetemos la emoción según claves del ambiente. Por ejemplo, es frecuente que en estados de peligro como en el 11-S, se generen muchos enamoramientos. Ello se debe a que en un momento de grave peligro se da una excitación fisiológica similar a la que sentimos cuando nos enamoramos. Al estar cerca de otro que siente dicha excitación, es probable que se dé una conexión que ambos pueden etiquetar como enamoramiento.

Algunos autores distinguen entre dos tipos de amor: el pasional y el de compañía. El amor pasional o romántico implica la excitación fisiológica que mencionamos antes, así como un estado de absorción hacia el otro y un gran interés por su persona. En cambio, el amor de compañía se refiere al intenso afecto que sentimos por aquellos con quienes nos hemos vinculado a lo largo de mucho tiempo, como los padres, hermanos y amigos.

Según el psicólogo Robert Sternberg de la Universidad de Yale, hay tres elementos del amor:

Ilusiones relacionadas con el sexo y que tiende a decaer con el tiempo.

Sentimientos de cercanía y unión, tiende a incrementarse con el tiempo.

Que implica el pensamiento de que se ama a otro y una visión de largo plazo para preservar el amor. Tiende a estabilizarse con el tiempo.

¿Por qué se termina el amor?

El proceso de terminación de una relación amorosa también tiende a seguir un patrón:

  1. La persona decide que ya no le gusta estar en la relación. Centra su atención en el comportamiento del otro y evalúa por qué no es conveniente continuar en la relación. Se evalúan costos y beneficios de la relación.
  2. Enfrenta a su pareja y decide si debe tratar de arreglar la relación, redefinirla (seamos más amigos que amantes) o terminarla.
  3. Si se decide por terminar, se difunde públicamente la situación.
  4. Se “entierra” la relación: se da la terminación física y psicológicamente.

El grado de pesar y angustia posteriores dependen de:

  • La calidad de relación: por ejemplo, novios desde muy jóvenes que pasaron toda la vida juntos tienen más dificultad en superarlo.

La expectativa sobre las dificultades a superar en la etapa posterior: quien ve un futuro promisorio en otra posible relación tiene menos dificultad.

¿Qué pasa con la agresión?

Konrad Lorenz, el etólogo que estudió la impronta - el vínculo con un estímulo en periodos críticos por lo que los patitos pueden seguir a guajolotes y comportarse como tales en la etapa adulta- postula que la agresividad es instintiva. Considerando lo anterior podemos ver que la energía agresiva se acumula hasta un punto en que debe salir, a ello se le llama catarsis. Postuló que debe promoverse la catarsis a través de medios socialmente aceptables como los deportes y juegos.

Ha sido difícil corroborar este punto de vista instintivo de manera experimental. Por ello, han surgido otras perspectivas como la que relaciona frustración con el surgimiento de agresividad. El siguiente diagrama explica la generación de agresividad desde esta óptica:

Ejemplos de claves contextuales son: presencia de armas, gritos de otros animando a la violencia, e incluso estímulos muy sutiles, como el nombre de alguien que asociamos con hechos violentos.

La teoría del aprendizaje observacional señala que aprendemos a comportarnos agresivamente a partir del modelamiento que vemos de otros. Padres violentos generalmente tienen hijos violentos. Niños que están en contacto con programas de televisión y con videojuegos agresivos tienden a exhibir más agresividad si son molestados después de la exposición al modelo.

¿Cómo aprendemos a comportarnos adecuadamente?

En general, a partir de los modelos que tenemos en casa, centros de desarrollo y escuelas, así como de una historia de reforzamiento diferencial (recibimos premios –cariño, atención, elogios- por conductas socialmente aceptadas como saludar, contestar y agradecer y castigos o falta de atención cuando exhibimos conductas inapropiadas), casi todos desarrollamos habilidades sociales más o menos adecuadas. Sin embargo, hay un porcentaje de la población general que no lo hace.

Por ejemplo, los niños diagnosticados con déficit de atención y niños sobresalientes (con talentos en diversas áreas) con frecuencia presentan pocas habilidades sociales. Debido a que tienden a ser impulsivos y a que no aprendieron a comportarse con demora de satisfacción a sus necesidades, son chicos a los que les es difícil auto-contenerse. Debido a ello, tienden a irrumpir en conversaciones, interrumpen a los demás, se entrometen en los juegos de otros y pueden ser explosivos cuando no obtienen rápidamente lo que desean. Como es de suponerse, los compañeros de escuela o de equipo deportivo pronto empiezan a separarse de ellos, debido a que resulta difícil la interacción tranquila en esas circunstancias. Los padres de los demás niños tienden a alejarlos (incluso a prohibirles su compañía), dado que en ocasiones la impulsividad llega a la violencia física.

Una solución específica para ellos es el entrenamiento en habilidades sociales. Se trata de un conjunto de lecciones que un mediador trabaja semanalmente por una hora en que explica cada habilidad, y la pone en práctica en situaciones de role-playing. Con ello, los chicos del grupo en entrenamiento practican en una situación simulada la habilidad que se trabaja en esa semana. Al término de la sesión, el mediador trabaja con los padres por unos minutos, explicándoles la habilidad que se revisó y dándoles indicaciones para promoverla a lo largo de los siguientes siete días. De esta forma, el chico desarrolla una a una las habilidades que los demás pequeños fueron desarrollando de manera natural y que, por alguna razón ellos no lograron. Ejemplos de habilidades son: cuando hay un juego en progreso, es necesario esperar a un momento de calma, aproximarse al capitán del equipo y pedirle que le permita jugar. Se le entrena también para reaccionar adecuadamente ante la posibilidad de una negativa, y a que aprenda a negociar para asegurar un lugar en otro partido en el futuro cercano.

¿Y los líderes?

Hay distintos tipos de liderazgo:

  1. Por su fuente se clasifica en liderazgo formal (está dado por el puesto que tiene la persona en una empresa, por ejemplo) y el moral (el grupo reconoce al líder como la persona a la que seguirá).
  2. Por su tipo se clasifica en liderazgo autoritario (el grupo no participa en las decisiones y debe obedecer las órdenes del líder), liderazgo democrático (en donde los integrantes participan en el plan y conducción del proyecto) y laissez faire (en el que el líder “deja hacer”, no es directivo y no retroalimenta sobre el desempeño).

¿Qué características especiales tienen los líderes?

Los líderes tienden a:

  1. Exhibir talento social. Se saben relacionar con la gente, son carismáticos, generalmente tienen buenas habilidades de comunicación tanto verbal como no verbal (gestos, postura, miradas), así como paraverbal (manejo propositivo de entonación, intensidad y ritmo al hablar).
  1. Representar física y psicológicamente a sus seguidores. Con un estatus superior: se visten y comportan como el grupo al que conducen, pero generalmente sus seguidores los aprecian como con un mayor estatus en esas características (se visten con el mismo tipo de ropa, pero con un sello especial o un elemento adicional que los hace admirables).

Tienden a usar más tiempo en las discusiones o presentaciones. Si se cuenta el tiempo total de participación, quienes más hablan tienen más posibilidad de ser percibidos como líderes.

Por último, exploremos un área de particular importancia hoy en día:

Los estereotipos y los prejuicios.

Los estereotipos son creencias y expectativas generalizadas sobre grupos sociales y sobre sus miembros. Hemos escuchado que los habitantes de tal lugar son muy avaros, los de tal otro muy trabajadores, los de uno más, de cabeza muy dura. Así vemos que pueden ser positivos o negativos y que significan generalizaciones que pretenden simplificar el exceso de información que manejamos. El primer problema es que para toda generalización existe una gran cantidad de excepciones, además de que en muchos casos la concepción está basada en premisas equivocadas y no habría razón real para tener esas ideas. El segundo problema es que con frecuencia conducen a prejuicios. Cuando se actúa con base en estereotipos negativos se da la discriminación (racial, religiosa o étnica, entre otras).

Una de las más terribles consecuencias de la discriminación es que con frecuencia es el eje de un círculo perverso: el individuo o grupo discriminado no recibe oportunidades educativas o laborales por lo que su potencial se reduce cada vez más. Ello implica menores salarios y, con ello, peores condiciones de vida.

¿Qué hacer para disminuir el estereotipo, el prejuicio y la discriminación?

  1. Aumentar el contacto entre la víctima y el agresor. Por ejemplo, situaciones en que ambos deben cooperar para sacar adelante un proyecto generan una reducción en el prejuicio. En las escuelas, los niños que conviven con chicos de una raza, etnia o religión que sus familias consideran inferior o indeseable, llegan a entender lo absurdo de tales ideas y pueden desarrollar relaciones de afecto o amor hacia ellos.
  1. Dar información sobre el grupo a quienes lo rechazan. Al contar con más información sobre sus logros y cualidades, así como datos concretos sobre los aspectos que implican duda (por ejemplo, qué porcentaje de la población x es realmente deshonesta), genera una cognición más cercana a la realidad, lo que implica mayores posibilidades de acercamiento y aceptación.
  2. Concientizar al individuo con prejuicio sobre sus inconsistencias. Muchas personas que parten de estereotipos y tienen prejuicios y conductas discriminatorias exhiben un discurso positivo sobre la igualdad de oportunidades, la democracia y la celebración de la diversidad. El trabajo directo con ellos para hacerlos conscientes e dichas inconsistencias genera una aceptación del grupo hacia el que se opone. Ello se da por el fenómeno de disonancia cognitiva: en la mente también tenemos homeostasis y es necesario tener coherencia entre lo que pensamos, actuamos y sentimos. Dos cogniciones opuestas no pueden coexistir por lo que, al hacer consciente al individuo sobre dicha falta de consistencia, los estereotipos tienden a eliminarse.

Actividad

Observa cada imagen y arrastra la palabra que indique el tipo de discriminación mostrado.

Concepto

Discriminación social
Discriminación ideológica
Discriminación por nacionalidad
Discriminación sexual
Discriminación racial
Discriminación religiosa

Definición

https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Taliban_beating_ woman_in_public_RAWA.jpg
https://commons.wikimedia.org/wiki/Commons:GNU_ Free_Documentation_License,_version_1.2
https://creativecommons.org/licenses/by-sa/2.0/
https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Homophobia- Discrimination-NoDiversity-03.jpg#filelinks

Autoevaluación

Completa el texto con las palabras clave.

morales
amigos
amor
democráticos
catarsis

Los humanos somos seres sociales, buscamos diversas formas de acercamiento con otras personas. Por ejemplo, los son elegidos en la medida que son parecidos a nosotros, mientras que, el es diverso, pero siempre del tipo pasional o de compañía.

El fracaso en ambos tipos de relación, puede provocar frustración en las personas, llevando a la agresión; por ello, una forma de evitarlo es la que se realiza con los deportes y juegos.

La sana socialización permite que las personas puedan desarrollarse como líderes cuando sus méritos académicos y laborales lo colocan en ése estatus, pero es el trato hacia las personas y la empatía lo que crea a los líderes que son elegidos por sus seguidores.