La temperatura y las precipitaciones son los dos elementos que caracterizan los distintos tipos de clima. Las asociaciones vegetales, los suelos, la fauna y los regímenes fluviales son manifestaciones visibles de las condiciones climáticas. Difieren con relación a las características del clima considerado.

Para representar gráficamente las variaciones de temperatura y precipitación de un lugar a lo largo del año se elaboran climogramas, diagramas que indican las características climáticas en dicho lugar. La temperatura se representa con una línea y la precipitación se representa con columnas verticales, generalmente de color azul.

Climograma

Diagrama que representa la variación de temperatura y la cantidad de lluvia a lo largo del año para un lugar determinado del planeta.

En el siguiente cuadro se presentan las características de los grandes grupos climáticos.

A continuación vamos a desarrollar los grandes grupos climáticos. Te podrás dar cuenta de que en cada grupo climático existen variedades climáticas dependiendo de los factores geográficos que intervienen en cada región del mundo. Sólo se muestran los tipos más representativos y se ejemplifica con el climograma de un lugar significativo.

Entre la región ecuatorial siempre húmeda y los desiertos tropicales se extienden los climas tropicales con estación seca. Estos climas comprenden una transición progresiva de la humedad a la sequía y se caracterizan por estar rodeando a los climas ecuatoriales.

El régimen de lluvia consiste en una estación lluviosa que se alterna con una larga estación seca. El total anual de precipitación es inferior a 1,500 mm. A las regiones con este clima se les denomina sabana (nombre dado a las regiones de clima tropical con una estación seca en las que la vegetación es herbácea con árboles dispersos).

Las sabanas son zonas planas, con escasa vegetación arbórea, de tallos que acumulan agua, con hojas muy pequeñas que evitan la evapotranspiración y con follaje extendido horizontalmente para atenuar la evaporación del agua contenida en el suelo. También hay hierbas que llegan a medir dos metros en la estación húmeda, con raíces profundas para aprovechar el agua del subsuelo. El baobab es un árbol típico de estas regiones. ¿Recuerdas el árbol de El Principito?

La práctica tradicional de quemar la vegetación para fertilizar el suelo aumenta la extensión de la sabana en detrimento de la selva. La sabana ofrece grandes pasturas a las jirafas, cebras y elefantes que la recorren. Está poblada también por los grandes carnívoros (leones y tigres) y por roedores e insectos. El león es el rey de la sabana, no de la selva.

Se ubican cerca de los trópicos o en las zonas templadas del planeta. Las regiones secas del mundo abarcan alrededor de 42 millones de Km², un 30% de la superficie terrestre. Como ya explicamos, se forman en zonas de alta presión, donde bajan los vientos secos, o bien, en zonas templadas donde las barreras montañosas o la gran distancia al mar impiden la llegada de masas de aire húmedo. Ningún otro grupo climático ocupa un área de tierra tan grande. Dentro de estas regiones con déficit de agua se reconocen dos tipos climáticos: el desierto (clima muy seco) y la estepa (clima seco). En el mapa de climas observa que el desértico está rodeado por el clima estepario.

Los desiertos se localizan entre los 20º y 40º de latitud. Se caracterizan por tener una escasa precipitación, inferior a 200 mm al año, pero en el desierto de Atacama, al norte de Chile, pueden pasar muchos años sucesivos sin una gota de lluvia. Cuando llega a llover lo hace en forma de tormentas violentas que erosionan los lugares por donde corre el agua. El agua se evapora o se infiltra rápidamente. El agua infiltrada puede surgir en algún sitio en forma de manantial haciendo que la vegetación crezca a su derredor formando un oasis (lugar del desierto determinado por la presencia de agua de manantial suficiente para el crecimiento de permanente de plantas y para el establecimiento humano).

En los desiertos la diferencia de temperatura entre el día y la noche es muy amplia. Esta diferencia se debe a la escasez de humedad atmosférica y a la ausencia de cuerpos de agua líquida, la cual si existiera regularía esos cambios. La humedad relativa en esos lugares es inferior al 40%. Ya habíamos dicho que estos desiertos deben su sequía a las altas presiones instaladas sobre ellos. Ahí el aire que desciende de la alta troposfera se calienta y se reseca generando las condicione ideales para formar desiertos. No permiten la formación de ninguna nube que impida el paso de la radiación solar por lo que el calentamiento es muy grande.

Los vientos juegan un papel importante en los desiertos. Elevan enormes cantidades de arena, que se desplazan muchos kilómetros fuera del continente. En imágenes de satélite es posible ver cómo las tormentas de arena se dispersan y se desplazan sobre los océanos. La localización de los desiertos en las costas occidentales de los continentes se ven favorecidas por las corrientes marinas frías: corriente de California, de Humboldt, de las Canarias, de Benguela y de Australia occidental.

La vida tiene que adaptarse a esas condiciones. Los animales se refugian en cuevas o se entierran en la arena durante las horas de Sol. Sobresalen los camellos y los dromedarios en Asia y África que son capaces de recorrer largos trayectos en busca de pasturas. Las plantas tienen raíces de hasta 30 m para poder alcanzar el agua infiltrada y generalmente tienen espinas para evitar la evapotranspiración, caso de las xerófitas. Además se dispersan mucho para no competir por la escasa humedad del suelo.

Las regiones templadas ubicadas en latitudes medias se caracterizan por tener un clima benigno. En ellas las cuatro estaciones están bien marcadas. Existen distintos tipos de climas templados determinados por los factores geográficos altitud, relieve y cercanía a los océanos. La Ciudad de México es un buen ejemplo de clima templado determinado por altitud. Se localiza a latitud tropical, pero su ubicación a 2240metros sobre el nivel del mar (msnm) determina su clima templado. Las zonas montañosas suelen tener valles profundos con altitud que desarrolla un clima templado, el cual cambia conforme se asciende por las laderas de las montañas hasta llegar incluso a las nieves perpetuas.

Hay una influencia de las corrientes marinas cálidas. Regiones ubicadas a grandes latitudes donde el clima es frío, como el caso de Europa occidental, por influencia de una masa de agua cálida cambia a clima templado húmedo. El aire cálido que sopla en Europa permite a los viñedos crecer incluso a los 50º de latitud norte, mientras que lo normal es que se den a latitudes cercanas a los 30º.

Los bosques de clima templado casi han desaparecido debido a la tala inmoderada en el afán del hombre por ampliar los campos de cultivo. El suelo es muy fértil. ¿Has comprado tierra negra o de hoja para las macetas? Pues proviene de estos bosques. Donde todavía lo hay, la vegetación se dispone en dos estratos: el arbóreo y el herbáceo. Son representantes de este clima los pinos, los encinos y los pastos. La fauna es de ardillas, castores, zorros, lobos, pumas, ciervos y águilas.

Estos climas se localizan a latitudes entre 50º y 60º en el hemisferio norte. Observa tu mapa de climas y verás que en el hemisferio sur las tierras meridionales sólo llegan a 56º sur en América, donde únicamente una pequeña porción en el extremo sur del continente tiene clima frío. En cambio África y Australia sólo tienen territorios en latitudes donde se desarrollan climas templados.

En este clima frío y húmedo se desarrolla el bosque de coníferas llamado también taiga con árboles que alcanzan los 60 m de altura. Como en esa zona predominan lluvias frecuentes los ríos son caudalosos, como el Yukón, en Alaska y los ríos Saskatchewan y Mackenzie en Canadá.

Este clima suele encontrarse en montañas altas de latitudes menores donde el invierno es frío y el verano templado, caso de México, en la Sierra Madre Occidental. La fauna típica está representada por cabras, carneros, ciervos, osos, ardillas, conejos y en verano infinidad de insectos.

Más allá de los círculos polares, los climas son determinados por el frío riguroso debido a la ausencia de un verdadero calentamiento en verano y a la débil luminosidad. La taiga desaparece y se remplaza por la tundra (zona fría cercana a los círculos polares en la que durante el verano el periodo vegetativo es muy corto para que crezcan árboles).

La tundra

En las costas que rodean al océano glacial Ártico reinan los climas inhóspitos. Ahí casi no se conoce al Sol y las temperaturas llegan a alcanzar los -20º o -50º C en invierno. Las precipitaciones nivosas son en general débiles, de 100 a 200 mm. EL frío, el viento, la sequía y el suelo congelado (permafrost) se suman para conformar un medio hostil para la vida.

En la tundra, durante el verano, la nieve se funde y se encharca, además algunos matorrales, abedules enanos, musgos y líquenes conforman un paisaje vegetal discontinuo. Los caribúes y los renos se alimentan de esta escasa pastura en verano. Las focas y los pingüinos se alimentan de peces. Observa que este clima rebasa el Círculo Polar Ártico en la porción oriental de los continentes por la influencia de las corrientes frías de Oya Shivo y de Labrador.

En las latitudes más altas el clima está dominado por las masas de aire polar. En el centro de la Antártida y en Groenlandia donde la temperatura jamás rebasa los 0º C, el suelo está siempre congelado y cubierto por una gruesa capa de hielo.

La duración del día y la noche en estas latitudes es extrema. En cualquier lugar situado sobre el círculo polar ártico (66º 33’ norte) en pleno verano (alrededor del 21 de junio), el Sol parece mantenerse en el cielo durante varios días seguidos, no se oculta, es de día permanentemente. A este fenómeno se le conoce como “el Sol de media noche”.

Te imaginas, si estuvieras ahí podrías ver el Sol ¡¡todo el día!! las 24 horas del día y dormir con luz. En los polos (90º norte y sur) no se conocen más que dos estaciones: el verano y el invierno que duran seis meses cada uno. Eso significa que durante el verano, es decir, durante seis meses, de marzo a octubre, siempre es de día, aunque la luz es tenue. El caso contrario ocurre en invierno, durante los otros seis meses, de octubre a marzo, siempre es de noche.

A pesar de que durante seis meses el Sol no se oculta, siempre está muy bajo en el cielo, por lo que proyecta sombras muy largas sobre el suelo. Si te gusta leer y tienes oportunidad te recomendamos leer El país de las sombras largas de Hans Ruesh.

En el hemisferio norte el casquete polar Ártico, formado por una capa de hielo que flota sobre el océano del mismo nombre, tiene una extensión durante el verano, pero al llegar el invierno, se extiende mucho más al sur. En el casquete polar sur, sobre el continente Antártico, se posa una masa de hielo permanente que también cambia de dimensión de verano a invierno. A esa nueva creación de hielo flotante se le denomina banquisa (masas de hielo que se forma en los océanos de las regiones cercanas a los polos).

La banquisa inicia su formación hacia el final del verano (fin de septiembre en el hemisferio norte y fin de marzo en el hemisferio sur). Primero se desarrollan pequeños cristales de hielo en la superficie y conforme la temperatura desciende y empieza a nevar, se van creando bloques circulares de hielo de poco espesor, que simulan islas. Por último, cada bloque se une a los otros y se forma una banquisa rígida e impenetrable.

La fauna representativa de esta región está integrada por osos blancos, buey almizclero, zorros árticos, focas, martas y visón. Has leído que las estaciones del año son diferentes en cada hemisferio de la Tierra. Te recomendamos consultar la siguiente página web para que refuerces este tema.

Reforcemos el aprendizaje.

Arrastra el tipo de clima correspondiente con su descripción.

Climas polares

Tropical ecuatorial

Templados

Tropical con estación seca

Desértico

Polares

Climas fríos

Hielos perpetuos